Los dispositivos de monitorización continua de la glucosa no son ciencia ficción


Desde hace unos años asistimos a una evolución continua en cuanto a tecnificación que los convierte en ágiles, precisos y, sobre todo, muy cómodos de utilizar.

Estos dispositivos, aprobados por la FDA, conceden al paciente diabético la posibilidad de liberarse de la esclavitud de los molestos pinchazos en los dedos. Pero no sólo son útiles para personas que ya sufren diabetes: en el caso de pacientes pre-diabéticos estos medidores les permite conocer sus riesgos potenciales de desarrollar la enfermedad en un futuro.

Dr. Francisco Martínez Peñalver – Equipo Médico Neolife


Freestyle libre (Abbot) y G5 (Dexcom), los primeros medidores implantables para la medición continua de la glucosa plasmática

Según la OMS en los próximos 10 años vamos a asistir a un dramático ascenso en la prevalencia de la diabetes tipo 2. Es lógico, pues, pensar en dispositivos que faciliten la vida a este ya numeroso grupo de pacientes. Tanto en el tipo 1 como en dicho tipo 2 las encuestas de calidad de vida refieren que la actuación que más limita a los pacientes es la toma de glucemia periférica mediante un pinchazo en el dedo 4-7 veces al día.

Desde hace unos años asistimos a la aparición de medidores implantables que permiten la medición continua de la glucosa plasmática, con una evolución continua en cuanto a tecnificación que los convierte en ágiles, precisos y, sobre todo, muy cómodos de utilizar.

 

Dispositivos de monitorización continua de la glucosa

El primero en llegar a nuestro país fue el Freestyle libre, de laboratorios Abbot. Este dispositivo incluye un parche desechable que se implanta en el brazo del paciente, y que permite durante dos semanas la monitorización continua y la consulta tantas veces como quiera el paciente de sus valores de glucosa. Este parche viene acompañado de un dispositivo medidor para leer la señal que emite el parche. Además permite corroborar las mediciones con el clásico pinchazo en el dedo y su correspondiente tira reactiva. Cuando acaban las dos semanas se sincroniza el medidor con el ordenador y se generan informes muy completos acerca de los patrones glucémicos del paciente, incluyendo una opción de reajuste de insulina.

Por otro lado, en un primer momento apareció un dispositivo denominado G4, del cual se ha presentado recientemente su evolución, el nuevo G5, ambos de la marca Dexcom. De precio más elevado que el anterior, aporta la novedad de que el fabricante pone a disposición de los pacientes un servicio de enfermería que ayuda a la adaptación al dispositivo. El medidor se implanta de manera subcutánea en el abdomen y se conecta de manera automática con un smartphone, haciendo innecesario cualquier tipo de medidor adicional.

A favor de los dispositivos de monitorización continua: la comodidad frente a los pinchazos y el seguimiento continuo. En contra: el precio.

En ambos casos, G5 y Freestyle, estamos concediendo al paciente diabético la posibilidad de liberarse de la esclavitud de los molestos pinchazos en los dedos. Los dispositivos informan de la tendencia que la glucosa toma, pudiendo avisar al paciente del riesgo de una hipo- o una hiperglucemia, y ayudando a evitar las tan molestas hipoglucemias nocturnas que tanto despiertan y asustan a los pacientes. Son dispositivos aprobados por la FDA y que pueden ser utilizados para la educación nutricional del paciente, ya que él mismo va a poder observar la respuesta en directo de su metabolismo hidrocarbonado a la ingesta de determinados alimentos.

Por supuesto estos dispositivos tienen algunos argumentos en contra. El primero de ellos es el precio; si bien países como Holanda o Dinamarca los incluyen dentro de las prestaciones de sus servicios públicos de Salud, son dispositivos que para el público en general pueden resultar costosos, teniendo en cuenta que estamos hablando de un gasto que ya va a ser fijo para el resto de la vida del paciente. Por otro lado, los pacientes pueden obsesionarse ante la posibilidad de conocer sus valores glucémicos en todo momento y realizar incontables determinaciones.

En resumen, los dispositivos de monitorización continua de la glucosa no son ciencia ficción, sino que ya están entre nosotros con una mayor o menor accesibilidad. En Neolife, dentro de nuestra prevención integral de la salud, en nuestros programas de conciencia saludable ofrecemos la posibilidad en aquellos pacientes que lo precisen, de acceder a esta tecnología, no ya solo para ayudar al paciente diabético, sino para que el paciente euglucémico conozca sus riesgos potenciales de desarrollar la enfermedad en un futuro.