Deterioro cognitivo, ¿no existen opciones de tratamiento?


Al no existir a día de hoy un fármaco que permita detener la progresión de la enfermedad, el arma más eficaz disponible es la prevención.

Dentro de las estrategias para lograr la tan necesaria prevención, son fundamentales el adecuado tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular, el tratamiento de la enfermedad de diabetes y la prediabetes, la ingesta adecuada de Omega-3 y de melatonina (correctamente pautada por un médico), la actividad mental, el nivel educativo, la actividad social, actividades de mindfulness y wellness, el ejercicio físico y la dieta mediterránea.

Dr. Moisés de Vicente – Equipo Médico Neolife


Hasta un 30% de los casos de enfermedad de Alzheimer podrían prevenirse con unos hábitos de vida sanos: ejercicio físico regular, dieta equilibrada exenta de alimentos procesados y vida social activa

El deterioro cognitivo es uno de los procesos claramente relacionados con el envejecimiento celular. Implica una merma importante en la calidad de vida del paciente y, además, un cambio dramático en el seno de las familias afectadas. Asimismo, supone un coste elevado para la sociedad en relación con la morbi-mortalidad que estos pacientes presentan y los costes sanitarios asociados.

Por desgracia, no existe en la actualidad un tratamiento eficaz que, no ya revierta, sino que detenga los síntomas del deterioro neuronal. Dentro de las múltiples enfermedades relacionadas con este proceso se encuentra la enfermedad de Alzheimer. Recientemente se ha publicado un artículo en la revista Journal of the American Geriatrics Society en donde se revisan los tratamientos, actuales y futuros, los posibles biomarcadores útiles para su diagnóstico y seguimiento y los factores de riesgo que predisponen a su aparición.

La prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en Europa es del 4,66%, siendo en los países del sur de Europa (España, Italia y Grecia) del 6,88%, mientras que en los países del norte (Francia, Holanda) es del 4,31%. Existen diferencias en cuanto a la edad y el sexo, siendo mucho más prevalente en mujeres (7,13%) y en mayores de 85 años (22,53%) (1).

Deterioro cognitivo, ¿no existen opciones de tratamiento?

En el momento actual, solo se encuentran aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (AEM) cuatro fármacos para combatir los síntomas de pérdida de memoria y alteraciones en el comportamiento. Sin embargo, no existe a día de hoy un fármaco que permita detener la progresión de la enfermedad, si bien hay en marcha varios ensayos con resultados prometedores (2). Es por ello que, en el momento actual, el arma más eficaz disponible es la prevención.

Para ello, es necesario conocer qué se asocia a la enfermedad de Alzheimer. Dentro de los factores de riesgo sobre los que podemos actuar se encuentran la presencia de diabetes, hipertensión arterial, obesidad, síndrome metabólico, hipercolesterolemia, consumo de tabaco o alcohol, vida sedentaria y dieta. Estos factores suponen, en algunos estudios, hasta el 50% de las causas que permiten la aparición de la enfermedad (3).

Es por ello que, dentro de las estrategias para lograr la tan necesaria prevención, son fundamentales el adecuado tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular, la actividad mental, el nivel educativo, la actividad social, actividades de mindfulness y wellness, la ingesta de Omega-3, el ejercicio físico y la dieta mediterránea (4, 5), así como el tratamiento de la enfermedad de diabetes y la prediabetes, y la ingesta adecuada de melatonina (correctamente pautada por un médico).

Se estima que hasta un 30% de los casos de enfermedad de Alzheimer podrían prevenirse con unos hábitos de vida sanos, incluyendo ejercicio físico regular, una dieta equilibrada exenta de alimentos procesados y una vida social activa (6).

Así pues, la dieta mediterránea no solo protegerá nuestro sistema cardiovascular, algo sobre lo que ya habíamos hablado en nuestro blog bajo el título “Revisión bibliográfica: La Dieta Mediterránea funciona fuera del Mediterráneo” (https://www.neolifesalud.com/blog/revision-bibliografica-la-dieta-mediterranea-funciona-fuera-del-mediterraneo/), sino que también velará por el adecuado funcionamiento de nuestras neuronas.

En Neolife, clínica de medicina antiaging, realizamos una valoración de la actividad cerebral mediante test neurocognitivos validados. Con ello podremos realizar un diagnóstico preciso que nos permita ofrecer al paciente un programa ajustado a sus necesidades con el objetivo de evitar la aparición de la enfermedad. En resumen, ayudar al paciente a construir un mejor cerebro a medida que envejecemos.


BIBLIOGRAFÍA

(1) Niu H, et al. Prevalencia e incidencia de la enfermedad de Alzheimer en Europa: metaanálisis. Neurología. 2016.

(2) Cummings J, Aisen PS, DuBois B et al. Drug development in Alzheimer’s disease: The path to 2025. Alzheimers Res Ther 2016;8:39.

(3) O’Donnell CA, Browne S, Pierce M et al.; In-MINDD Team. Reducing dementia risk by targeting modifiable risk factors in mid-life: Study protocol for the Innovative Midlife Intervention for Dementia Deterrence (In-MINDD) randomised controlled feasibility trial. Pilot Feasibility Stud 2015;1:40.

(4) De Bruijn RF, Bos MJ, Portegies ML, Hofman A, Franco OH, Koudstaal PJ, et al. The potential for prevention of dementia across two decades: The prospective, population-based Rotterdam Study. BMC medicine. 2015;13:132.

(5) Opie RS, Ralston RA, Walker KZ. Adherence to a Mediterraneanstyle diet can slow the rate of cognitive decline and decrease the risk of dementia: A systematic review. Nutr Diet. 2013;70:206—17.

(6) Canevelli M, Lucchini F, Quarata F et al. Nutrition and dementia: Evi- dence for preventive approaches? Nutrients 2016;8:144.